Rosa La Rosa, gerente de Operaciones y TI de PDP.[29/03/2016] Desde febrero del presente año, existe una billetera electrónica a la que muchos peruanos están acudiendo para realizar transacciones. El atractivo de este servicio es que se puede utilizar prácticamente desde cualquier teléfono móvil -incluyendo los más básicos-, y además se encuentra dirigido hacia el público no bancarizado.
Esta billetera -conocida como BIM- cuenta con la participación de numerosas entidades financieras supervisadas por la SBS y las operadoras más importantes del país, además de Ericsson, que fue la compañía que aportó la plataforma. Adicionalmente, se requirió de la creación de una nueva empresa, Pagos Digitales Peruanos (PDP), que es la que se encargó de coordinar a todas estas entidades y se encarga actualmente del día a día de la operación.
Rosa La Rosa, gerente de Operaciones y TI de PDP, nos ofreció su tiempo para relatarnos la historia detrás de la implementación de este nuevo servicio. Como uno puede imaginar fue un gran esfuerzo y, sorprendentemente, al inicio solo fueron tres personas en PDP las que se encargaron de la parte TI de esta implementación.
¿Desde cuándo está pensado este proyecto?
Este proyecto tiene unos cinco o seis años de gestación, nació como una iniciativa de las Asociación de Bancos (Asbanc) y fue desarrollándose poco a poco. En años posteriores el gobierno, a través del BCR y la SBS (Superintendencia de Banca, Seguros y AFP), generó la regulación necesaria para permitir a los clientes tener una cuenta simplificada de dinero electrónico y, por tanto, una billetera electrónica. En el 2014 se realizó la selección del software que soportaría la gestión del dinero electrónico.
Esta selección se hizo en el 2014 y se escogió a Ericsson, que tiene una herramienta bastante sólida que se usa en África y Asia para el uso de billeteras electrónicas, y el proyecto en sí se dio inicio en octubre del 2014.
¿Y usted estuvo desde el inicio?
Yo estoy desde octubre del 2014. Ingresé para llevar a cabo el proyecto, pero no participé en la selección, sino que la hizo un comité que estuvo a cargo de ella, nombrado por Asbanc con algunos asesores externos.
Una vez que ya se eligió la solución ¿cuál fue el siguiente paso?
Había dos coordinaciones grandes que hacer. Una era con las instituciones financieras, con los bancos que ya son emisores de dinero electrónico, y los que no son bancos como las cajas rurales, cajas municipales o microfinancieras que querían ser emisores de dinero electrónico.
Entonces se dio inicio a la creación de una nueva empresa, Pagos Digitales Peruanos, que conglomera al Cefi (Centro de Estudios Financieros) de Asbanc -que es el principal promotor de la billetera electrónica-, y a todos los emisores que querían participar de la billetera electrónica y el dinero electrónico.
Se creó la organización y todas las instituciones que van a ser o que son emisores de dinero electrónico aportan a ella. Con ese grupo se dio inicio al proyecto, pero de ese grupo hubo 10 que decidieron ingresar de una vez al tema de la billetera electrónica.
Entonces, el primer punto de coordinación fue con estos 10 emisores y para eso creamos comités quincenales que luego fueron semanales para poder realizar las definiciones, los acuerdos, e ir avanzando sobre un plan que inicialmente tenía como objetivo lanzar la billetera electrónica en julio del 2015. Trabajamos muy fuerte de octubre a julio para poder tener el tema listo.
La otra coordinación importante fue con las empresas de telecomunicaciones. Comenzamos con Claro y Movistar y luego se integró Entel. Bitel va a comenzar su integración este año en breve, estamos en el proceso de negociación.
La coordinación con las telcos fue permitir que ellas, de una forma sincronizada, realizaran los desarrollos respectivos en la parte de USSD que es el front end hacia el usuario.
El usuario ingresa a la billetera a través de un menú USSD que es desarrollado por las telcos, pero que tenía que ser igual para todas y tenía que lanzarse en la misma fecha. Por eso la otra gran coordinación fue con las telcos.
Es decir, cada una desarrollaba el suyo, pero todos tenían que ser iguales.
Así es. La principal característica de esta billetera electrónica es que es interoperable; es decir, no hace ninguna diferenciación en que tengas un celular de Claro y el destinatario del dinero electrónico tenga un celular de Entel y el agente donde conviertes tu dinero electrónico sea Movistar, y tampoco hace distinción entre los emisores. Para el sistema es totalmente transparente si tu billetera electrónica pertenece al emisor A o B, y le estás mandando dinero electrónico al emisor Z.
Y el tipo de teléfono es la otra ventaja porque la mensajería USSD si bien es bastante básica -y algunos dicen que hasta rudimentaria porque no es una app- es una tecnología que funciona en cualquier celular y no necesita que la persona tenga saldo o minutos disponibles. Puedes usar la billetera electrónica en el celular más básico que tengas -aunque hay un par de modelos en los que no opera-. Esto es muy atractivo para el segmento de mercado al que queremos llegar; es decir, el segmento de personas no bancarizadas en el país que normalmente no cuentan con un smartphone.
¿El USSD es un tipo de mensajería?
Sí, pero no es el SMS. Las telcos tienen un servidor USSD para este tipo de mensajería para, por ejemplo, consultar el saldo. Todos han desarrollado su USSD y sus menús de acuerdo a los diseños que nosotros les dimos, y ese desarrollo se comunica con la plataforma de Ericsson -porque el core es el sistema de Ericsson- para hacer las transacciones. Toda la funcionalidad es soportada por la plataforma de Ericsson y es ciento por ciento en línea; es decir, te envío dinero en estos momentos y ya tienes disponible el dinero, y ese dinero puedes enviarlo a otra persona o hacerlo efectivo en un agente corresponsal asociado a BIM.
Entonces, si ya tenían el USSD, no les reporté un gasto de inversión en infraestructura a las telcos.
Así es, la inversión ha sido más en el desarrollo y en hacer las conexiones con la plataforma de Ericsson.
El plazo era inicialmente julio del año pasado, pero ¿cuándo se lanzó en realidad?
Se lanzó oficialmente el 16 de febrero y la razón fue porque en el camino hubo temas de aprobaciones con Osiptel -lo cual no es un tema tecnológico- que demoraron un poco más de lo que se pensó. Pero eso nos dio la oportunidad de hacer pilotos.
Estuvimos entre julio y diciembre en un piloto con Claro y Movistar, trabajando con unos 600 números telefónicos. Los emisores escogieron gente y habilitamos sus teléfonos, estuvimos haciendo pruebas piloto con las diferentes transacciones del sistema, probando nuestros desarrollos de reportes principalmente y de archivos de intercambio con los emisores. Finalmente, en diciembre, cuando Movistar tenía todo saneado con Osiptel para el lanzamiento, hicimos una 'marcha blanca' con Movistar, se abrió a todo el público, pero sin publicidad, y Claro y Entel se lanzaron en febrero junto con el lanzamiento oficial del sistema.
Esto fue nuevo para todos, incluso para Ericsson, pues era la primera implementación que integra tantos emisores y tantas telcos a la vez. En muchas ocasiones es una empresa de telecomunicaciones que se une a un banco o dos y hacen una billetera electrónica.
¿Cuál diría que fue la parte más retadora?
Lograr un diseño que fuera fácil de entender y de usar para las personas a las que queremos llegar; es decir, personas que tienen un teléfono pero que no están bancarizadas. El reto era ponerlo en un lenguaje fácil, sencillo, que ellos pudieran aceptar y entender rápidamente.
El otro reto fue alinear a todos, lograr que todos se integren a tiempo y entiendan cómo funciona el sistema.
¿Cuántas personas se encargaron de la implementación?
Éramos tres personas en la parte tecnológica. Pero es porque realmente es Ericsson el que configura, nosotros hacíamos las definiciones, llevábamos el plan de trabajo, hacíamos las pruebas, y el reto era que Ericsson configure y desarrolle las cosas.
Entonces, la carga de desarrollo estaba en los operadores y Ericsson.
Sí, aunque en el caso de Ericsson se trataba más de configuración que de escribir código porque es un producto que ya existía. El reto era adaptar el sistema a nuestra realidad, hacer que haga las cosas que necesitábamos con la menor cantidad de cambios posibles, porque cada cambio nos costaba y tomaba tiempo. En algunas ocasiones nos tuvimos que adaptar de alguna manera, fue una negociación permanente.
Ahora tenemos más personas porque estamos en operación. Tenemos que gestionar incidentes, tenemos un contact center para atender las llamadas de los clientes, tenemos un equipo para gestionar los incidentes en segundo nivel y tenemos que supervisar el proceso de compensación entre los emisores, algo que ocurre en batch.
El dinero se mueve de una billetera a otra en línea, pero después en batch, al final del día, los emisores reciben reportes donde se dice cuánto tienen que compensar ellos en dinero real y esa compensación se hace vía el BCR. Nosotros tenemos que darles todo el input necesario para que hagan esa compensación; ese es el proceso más complejo que hay en este momento.
¿Es parte del batch que hacen los bancos?
En realidad, es otro batch, no es el de los bancos. La plataforma en la madrugada del día siguiente genera una serie de archivos que nosotros hacemos llegar a los emisores y en donde están las transacciones realizadas, los usuarios que se han creado, etcétera, y los datos para el proceso de compensación.
Entonces las transacciones son en tiempo real pero los reportes se realizan en batch.
Sí, lo que se hace en batch es la compensación del dinero real. Todo el dinero electrónico que está en la plataforma es un sistema "prefondeado”, como se dice, que está respaldado por dinero real que cada uno de los emisores pone a disposición para que se comience a operar. Si se ponen 50 mil soles de dinero electrónico, por ley, se tiene que tener una cuenta con 50 mil soles de dinero real e informarle a la plataforma que se va a participar con 50 mil soles de dinero electrónico. Esos 50 mil soles van a los agentes corresponsales que son los actores a través de los cuales hacemos la conversión a dinero electrónico, ahí cada agente corresponsal tiene una cantidad de dinero electrónico en su billetera y los clientes pueden ir y convertir su dinero físico.
¿Cuántos agentes hay?
Ya pasamos los cinco mil, estamos en un proceso continuo de activar agentes con los emisores, es decir, BBVA pone toda su red a disposición y lo mismo el BCP y los otros, pero es un proceso gradual. Además, ya tenemos 70 mil clientes y en producción ya tenemos a nueve entidades (BCP, BBVA, Interbank, Banco GNB, Banco Financiero, CrediScotia, Caja Sullana, Credinka y aPanda), pero estamos trabajando con 20 adicionales que se van a incorporar en los próximos meses.
Todos tienen que tener la aprobación de la SBS para ser emisores de dinero electrónico, una condición que tienen por defecto los bancos; las cajas rurales y municipales tienen que pasar por un proceso que toma unos meses para obtener esta condición. Estamos trabajando con la SBS para que entiendan porqué hay tantas entidades pidiéndoles aprobación para ser emisores de dinero electrónico, y hemos hecho un buen trabajo en equipo con la SBS.
¿Cuál es la diferencia entre BIM y otras billeteras electrónicas lanzadas a nivel mundial como Apple Pay o Google Wallet o similares? ¿Éstas se pueden utilizar en el país o es necesario ciertas condiciones para que se puedan usar localmente? ¿Se consideraron estas plataformas al momento de lanzar BIM?
Las diferencian son que no es una APP y por lo tanto funciona con cualquier tipo de celular; no requiere de una cuenta bancaria predefinida, el número celular en sí se convierte en el número de cuenta; y es totalmente interoperable, no está limitado por operador o emisores.
Esas otras billeteras se podrían usar en el país, pero no estarían enlazadas con BIM.
Dichas plataformas no fueron consideradas en el proyecto por el segmento de mercado al que queremos llegar y las condiciones que dichas plataformas exigen para operar, principalmente el tener una cuenta bancaria. Recuerda que nuestro segmento es el de los peruanos no bancarizados.
Jose Antonio Trujillo, CIO Perú