Estado y desarrollo de las fintechs

[05/06/2018] La semana pasada se llevó a cabo en Lima el Fintech Conference Latam 2018, una reunión en la que se discutieron los más recientes desarrollos de la industria de las fintech. Como ya se va haciendo costumbre, se escucha cada vez más el ánimo de desarrollar a estas startups como una parte importante del sistema financiero del país. Los tiempos en los que los bancos veían con desconfianza a estas nuevas empresas, parecen haber llegado a su fin.

Y la razón de este cambio es conocida: Las fintechs pueden hacer cosas que los grandes bancos tradicionales no pueden. Ya sea por su agilidad o porque se encuentran dirigidas hacia actividades que los bancos no realizan, las fintechs se están convirtiendo en socias de las entidades financieras tradicionales. Se produce entonces una simbiosis que traerá frutos para los usuarios.

La cumbre se realizó en dos días, y de ellos deseamos resaltar algunas ponencias que nos parecieron muy significativas.

Por qué poner atención a las fintechs

Luego de las palabras iniciales de Stephanie Martinez, CEO de Alta Experiential Learning, firma organizadora del evento, Paul Ahlstrom, managing director de Alta Ventures, se refirió a la razón por la que es importante poner nuestra atención sobre las fintechs.

"Invertir en las fintechs nos cambia el corazón porque ayuda a los pobres, mejora la inclusión financiera”, indicó.

Y Ahlstrom cree en ellas no solo con el corazón, sino también con su capital. El ejecutivo indicó que su compañía ya ha invertido en 10 de estas startups. Y lo hace también porque gracias a este tipo de firmas se puede dar más transparencia al sistema financiero, lo cual a su vez permite que haya menos corrupción, y cuando hay menos corrupción el PBI crece. Es un círculo virtuoso.

"Si podemos vencer a la corrupción, se puede llegar a triplicar la economía de un país. Para nosotros éste es nuestro sueño”, afirmó.

Otra de las ponentes fue Lindsay Lehr, senior director y payment practice leader de Americas Market Intelligence, quien habló sobre las tendencias emergentes en el mercado de las fintechs.

Lehr ofreció un enfoque bastante interesante sobre la evolución de los pagos electrónicos, lo primero que destacó de ellos es que las fintechs han tenido éxito en un campo en el que los bancos no pudieron avanzar.

Es cierto, el pago electrónico tiene ya un tiempo y fue iniciado por los bancos. Éstas instituciones buscaron cambiar la forma en que las personas realizaban sus pagos, intentando cambiar el uso del efectivo por el uso de pagos electrónicos. Fue el momento en el que se crearon las billeteras virtuales -principalmente en los teléfonos móviles- como una forma de 'combatir' el efectivo.

"Luego de 10 años, menos del 1% de los pagos son realizados mediante las billeteras en los teléfonos móviles”, indicó.

Evidentemente el enfoque no era el adecuado. Lehr indicó que esto nos ha mostrado que, en realidad, las mejores no buscan mejores formas de pagar sino de consumir.

Y ese es el camino por el cual han ido las fintechs, aproximándose a los comerciantes para ofrecerles formas más sencillas de que las personas compren sus productos.

Y lo han hecho de manera muy creativa. Uno de los ejemplos que mostró Lehr fue una fintech colombiana llamada Rappi que, a decir de Lehr, lo que ha hecho es una 'recategorización' de la billetera electrónica.

Lo que permite Rappi es que las personas que usan la aplicación puedan pedir cosas que se expenden en restaurantes, farmacias, licorerías, tiendas y comercios similares y que se lo lleven a su casa. La gran diferencia es que permite incluso el pago en efectivo; es decir, no busca deshacerse del efectivo sino ofrecer una experiencia de pago superior, "invisible”, en palabras de la expositora. "Incluso uno puede pedir que se le envíe dinero efectivo a su casa o que se envía dinero en efectivo a otra persona, con lo cual, en la práctica, la herramienta se ha convertido en una forma de pago P2P”, señaló la ejecutiva.

Lehr también mencionó el caso de la mejicana Oxxo -que vendría a ser el equivalente a nuestros Tambos- que ha, incluso, emitido tarjetas recargables con lo cual ha incorporado al grupo de personas que no se encuentran bancarizadas.

"Las billeteras no han triunfado porque las personas no quieren separarse de su efectivo, no quieren digitalizarse”, indicó.

Señaló que, quizás Amazon Cash -que ya se acerca a América Latina- pueda hacerlo en algún momento, pero por ahora es necesario dar algunos pasos como los dados por Rappi u Oxxo que han hecho algo que se podría denominar como «subbancarizar» a las personas no bancarizadas. Con Oxxo, al menos tienen una tarjeta en la mano.

Otra de las soluciones podría ser el que el tema sea abordado por una marca fuerte que no sea un banco, como Apple Pay. De esa manera, los usuarios podrían sentirse más cómodos, como ha sucedido en China en donde el 50% de las transacciones pasa ahora por Ali Pay o WeChat, dos firmas que no son bancos pero que realizan transacciones.

La meta se podría alcanzar con una combinación de soluciones, pero la expositora señaló que es importante que haya interoperabilidad -es decir, que se permitan pagos en la mayor cantidad de redes posibles-, y que se debe de tomar en cuenta que a la gente no le importa el medio de pago sino consumir. Además, no es necesario implementar una solución de alta tecnología.

Mercado Pago

Sin duda, una de las fintechs más grandes -sino la más grande- es Mercado Pago. Por supuesto, no es una startup clásica; es decir, una pequeña empresa nacida de un grupo de emprendedores, sino una fintech que nació inicialmente para satisfacer una necesidad de su hermana mayor, Mercado Libre, pero que ha crecido para ofrecer servicios más allá de Mercado Libre y más allá del simple pago por la compra de un artículo.

Para contarnos su historia estuvo Matías Spagui, head de Mercado Pago Chile.

Quizás lo más destacable de la historia de Mercado Pago es que es el fruto de una necesidad de pago, pero que ha crecido más allá de su objetivo inicial; además, junto con Mercado Pago, se ha generado un verdadero ecosistema de firmas asociadas que cubren un conjunto de necesidades que van más allá de la venta de artículos y del pago de los mismos.

Efectivamente, en la actualidad, además de Mercado Libre y de Mercado Pago se puede encontrar otras marcas como Mercado Shops y Mercado Envíos, que juntas cubren otras áreas como los envíos y el SaaS y ERP (Mercado Shops), y que dan apoyo a Mercado Pago en su funcionamiento.

Pero ya hablando sobre los pagos en sí, Spagui sostuvo que su misión es democratizar el pago a través de las muchas formas de pago que ha implementado en los nueve países en los que opera. De hecho, el ejecutivo sostuvo que tienen más de 80 formas de pago, promociones bancarias, programas de prevención de fraude, servicio al cliente, herramientas y campañas de marketing.

Y al hablar específicamente sobre sus formas de pago, resaltó Point un mPOS que tiene una considerable presencia en Brasil, en donde ya se tienen unas 500 mil unidades.

Otra de las formas de pago que ha creado ha sido su tarjeta lanzada en conjunto con el Banco Patagonia y MasterCard para que las personas puedan realizar pagos en cuotas al comprar algún artículo. La tarjeta se lanzó en octubre del año pasado en Argentina, Brasil y México y ha tenido un éxito "impresionante”, de acuerdo al ejecutivo. ¿Cómo se animaron a lanzar una tarjeta? Porque ya tenían la información de los posibles tarjetahabientes. La tarjeta se encuentra ligada a la cuenta que tienen las personas en Mercado Pago. Si uno realiza transacciones a través de esta herramienta podía solicitar la tarjeta, y los segmentos más lógicos para esta tarjeta son aquellas personas que no tienen una tarjeta y que desean tenerla para, por ejemplo, realizar pagos a Netflix.

Han dado un paso más. A los buenos vendedores de Mercado Libre se les ha comenzado a ofrecer crédito, de hecho, Mercado Pago, a decir del expositor, es la fintech que más préstamos ha otorgado, llegando a los 150 millones de dólares y -quizás lo más atractivo- a una tasa de interés 33% menor al promedio de la banca tradicional argentina. Spagui espera que esta actividad se expanda a México y Brasil, y luego a los países de la costa del Pacífico.

a regulación

Las fintechs se encuentran en un entorno muy nuevo porque lo que hacen también es nuevo, y el problema con lo nuevo es que no siempre lo acompaña a la misma velocidad la regulación que es necesaria. Efectivamente, al encontrarse en un terreno en el que se maneja dinero, las fintechs podrían requerir de la regulación de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), o quizás no.

Para hablar sobre el tema se conformó en la cumbre un panel de discusión en el que se encontraba Marylin Choy, gerente central de operaciones del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP); Alejandro Medina, superintendente adjunto de riesgos de la SBS; Facundo Turconi, fundador y CEO de Solven; y Nicole Balbi, subgerente de contratación y banca digital del BBVA Continental. La moderación estuvo a cargo de Augusto Cáceres, asociado del estudio Rodrigo, Elías & Medrano.

Cáceres indicó que se iba a discutir si había espacio para la regulación de las fintechs, si hay la necesidad de tener una regulación, y de qué tipo y cómo esto encaja dentro de los modelos de los bancos y de las fintechs, y cómo esto encaja dentro de la visión de los reguladores.

Medina inició los comentarios señalando que la SBS tiene un concepto de fintech muy amplio y diverso, por lo que regular a la fintech en sí "no tiene mucho significado práctico”. Más bien sí les interesa dividir el mundo de las fintechs y determinar qué tipos de actividades o modelos de negocio son de interés público o presentan algún riesgo que requiera algún tipo de planificación y definición a nivel legal o regulatorio.

También les interesa determinar si es que existen temas que "estrictamente no son fintechs pero que pueden ser identificados y quizás corregidos para facilitar el desarrollo de los negocios”, sostuvo.

Dicho esto, Medina indicó que la SBS divide al mundo fintech en ocho actividades, de éstas algunas les llaman la atención ya que pueden requerir atención legal o regulatoria, como el financiamiento participativo, las actividades de cambio online y los arqueos virtuales.

"Pero la verdad es que la mayor parte de las actividades que se consideran parte del universo fintech, no requieren mayor regulación o ya están cubiertas por la regulación existente financiera o regulación de tipo general”, enfatizó.

Además, indicó que en la SBS no se centran tanto en los nuevos emprendimientos, sino que tratan de ver el panorama general.

Por su parte, Choy indicó que la preocupación del BCRP se da básicamente en dos ámbitos: La estabilidad financiera y los pagos. En el caso de la estabilidad financiera, considera que las fintechs podrían tener un impacto en el sistema financiero en la medida en que están cambiando la estructura del mercado y están aumentado el grado de conectividad y, por tanto, la posibilidad de contagio podría ser mucho mayor.

El actuar de las fintechs incorpora mucha modernidad y eficiencia, pero también riesgos, como en el caso de la liquidez o al control del crédito. Sin embargo, el BCR aún no ve que haya un impacto en las instituciones financieras, pero es necesario analizar la evolución de las fintechs.

Pero ¿cuándo se entra a regular? Choy indicó que en el BCRP le corresponde analizar el tema de los pagos, ya se tiene regulación para las firmas que prestan servicios de pagos y las fintechs que ofrecen servicios de pagos están desarrollando actividades similares "y ahí debemos tener cuidado con el tema del arbitraje regulatorio”.

En una primera etapa el BCR va a recabar información sobre las entidades que están ya actuando en el mercado y, a la vez, están analizando el desarrollo de la reglamentación y regulación en otros países, "y en la medida en que lo consideremos necesario, saldremos con una norma que nivele el campo para estas entidades que prestan servicios muy similares a las que ya están reguladas”, indicó.

Balbi, por su parte, indicó que las fintechs están abarcando un nicho que muchos bancos no están tomando en consideración. En algunos casos analizan alianzas comerciales "pero las fintechs deberían tener en consideración temas de transparencia, cumplimiento normativo e inclusive protección de datos personales, que los bancos sí tienen consideración. No sé si sea necesario una regulación específica o acercar a los fintechs a la regulación que haya actualmente, sin perjudicar la innovación”, sostuvo.

Finalmente, Turconi indicó que no es necesario "nivelar” [a las fintechs] porque son empresas con miles de clientes versus los bancos que tienen millones de clientes. "Estamos en el Perú en un momento incipiente, con compañías que han comenzado hace dos o tres años, y los reguladores han tomado una posición adecuada que es entender primero qué es lo que está pasando”, indicó.

Y como ejemplo de todas las cosas que hay que entender puso el modelo del lending en donde hay varias alternativas, como el modelo de financiamiento participativo, lending directo o un modelo como el de su propia firma, Solven, que se integran con las instituciones financieras para convertirse en un canal de distribución.

La banca abierta

Otra de las exposiciones que llamó nuestra atención fue el de la banca abierta. El concepto tiene un nombre similar al de datos abiertos y, de hecho, el concepto proviene de ahí. Claudia May del Pozo, jefe de operaciones de C Minds, explicó lo que es la banca abierta y lo que se puede hacer con ella.

Para comenzar, como dijimos, la idea tiene que ver con otro concepto ya conocido: Los datos abiertos. "Los datos abiertos ya están funcionando bien en las ciudades, entonces podemos usarlos en los servicios financieros”, indicó.

El concepto de banca abierta ya funciona en el Reino Unido, y el objetivo es incentivar la competencia entre las diferentes instituciones financieras para ofrecer un mejor servicio a los clientes.

Sin embargo, hay algunas consideraciones que hay que tomar en cuenta.

Primero, cómo funciona la banca abierta.

La expositora indicó que, por ejemplo, si alguien desea crear un servicio para determinar dónde encontrar la mejor tasa para ahorrar en un banco, deberá conectarse con cada uno de los bancos para obtener su información. Es decir, deberá conectarse con la API que en el banco haya creado para ese fin. Si hay 20 bancos deberá conectarse con 20 APIs.

Bajo el concepto de banca abierta, todos los bancos estandarizarían una sola API, de tal forma que si alguien quisiera crear el servicio mencionado solo tendría que conectarse con una sola API.

Pero lo incómodo viene de ofrecer datos abiertos, ya que no solo se ofrecerán datos como la tasa de interés del banco sino también los datos de los propios clientes; sino ¿de qué manera se podrían generar servicios adecuados para cada uno de ellos?

El tema es complicado y por ello se están configurando diversos tipos de datos a compartir, siendo más restringidos los datos más sensibles.

Un ejemplo de esto es BUD, una aplicación mediante la cual uno puede ver todas las cuentas que uno tiene en diversos bancos, lo que implica que la aplicación tiene acceso a todos esos datos.

La gente la usa porque eso les da algo que quieren y porque "las personas no tienen confianza en los bancos. La opción son las fintechs que tienen una nueva relación de confianza con el consumidor”, indicó la expositora. Aunque también hay que recalcar que BUD, que funciona en el Reino Unido, ya fue adquirida por un banco.

Jose Antonio Trujillo, CIO Perú