[07/04/2020] Zoom, que el viernes detuvo el desarrollo de nuevas características del producto para poder centrarse en arreglar varios problemas de privacidad y seguridad, redujo aún más las debilidades de seguridad durante el fin de semana.
El sábado, la compañía puso en marcha la configuración de contraseñas y salas de espera por defecto para los usuarios de su nivel Básico Gratuito y aquellos con una sola cuenta en su nivel de pago más barato, como las cuentas de educación K-12. Todas las reuniones que utilizan un ID de reunión personal (PMI) necesitarán ahora una contraseña, y la configuración de la contraseña que había sido desactivada se volverá a activar. Como resultado, se requerirán contraseñas para las reuniones instantáneas, para los participantes que se unan por teléfono y cuando se programe una nueva reunión.
El CEO de Zoom, Eric Yuan, reconoció en una entrevista con la CNN el lunes que la compañía "se movió demasiado rápido" a medida que se desarrollaba la crisis de COVID-19, y que debería haber impuesto una seguridad más estricta para proteger a los usuarios. La compañía también reconoció en respuesta a la investigación del Citizen Lab de la Universidad de Toronto que sus esfuerzos de encriptación necesitan más trabajo.
La empresa ha visto un aumento en el uso de su plataforma en las últimas semanas, ya que el aislamiento en respuesta a la pandemia aumentó la demanda de software de vídeo. A medida que su popularidad ha ido en aumento -tanto en el ámbito empresarial como en el personal- y que el precio de las acciones de la empresa se ha disparado, las vulnerabilidades subyacentes de la plataforma se han hecho evidentes.
Refiriéndose a los últimos cambios en materia de seguridad, Zoom dijo que las escuelas que utilizan su software tendrán bloqueada permanentemente la nueva configuración de contraseñas, mientras que otras con cuentas gratuitas, o cuentas de pago con un solo usuario con licencia, pueden eliminar los requisitos si lo desean.
(La función de sala de espera de Zoom también ha sido habilitada por defecto para que los anfitriones puedan examinar a los participantes antes de dejarlos entrar en una reunión).
Matthew Finnegan, Computerworld (EE.UU.)