
[17/03/2021] Las redes de los datacenters ya estaban cambiando antes de los retos tecnológicos provocados por la pandemia del COVID-19, y pocas áreas de la empresa seguirán viéndose más afectadas que éstos por esas modificaciones en el futuro.
Esto se debe a que un sinfín de tecnologías están impulsando los cambios en el datacenter, desde la fuerte demanda de redes de mayor velocidad, el apoyo a una fuerza de trabajo remota, el aumento de la seguridad, una gestión más estricta y, tal vez, la mayor alteración: el prolífico crecimiento de los servicios en la nube.
La nube es la clave
"La pandemia hizo que muchos proyectos de transformación digital y modernización de varios años de duración se produjeran rápidamente", afirma Alan Weckel, fundador y analista tecnológico de 650 Group. "La forma en que la nube cambió las redes hace 10 años es similar al impacto que la COVID está teniendo ahora: transiciones rápidas a nuevas tecnologías para soportar nuevas cargas de trabajo, y seres humanos que interactúan de manera diferente con esas cargas de trabajo. Esto es especialmente cierto en los centros de datos de borde".
Con el aumento de las políticas de trabajo en casa, los empleados ya no se sientan en la oficina a poca distancia del datacenter, anota Weckel. "Los datos tienen que moverse rápidamente, y el ancho de banda de las redes, y la entrada/salida tienen que ajustarse para dar soporte a los trabajadores y clientes remotos. Las redes del centro de datos deben soportar ahora más aplicaciones y servicios en la nube".
De hecho, el nombre del juego para los clientes de los datacenters empresariales es la nube, dicen los expertos.
"Las empresas saben desde hace tiempo que el modelo de la nube es la vara de medida para conseguir agilidad y capacidad de respuesta", afirma Umesh Mahajan, vicepresidente senior y director general de NSX Networking de VMware. "Este modelo se define por la automatización en todos los niveles, y suele ofrecerse a través de una infraestructura definida por software".
Transformación digital
La pandemia ha acelerado definitivamente la transformación digital, sostiene Sameh Boujelbene, director senior de investigación del Grupo Dell'Oro, y eso afecta a los datacenters. "La transformación digital impulsará un impacto significativo sobre dónde se crean los datos, dónde se analizarán/procesarán y dónde se consumirán", indica Boujelbene.
El enfoque pasará de hablar de datacenters a hablar de centros de datos, anota Boujelbene. "Muchos datos se crearán en el borde. Por lo tanto, dependiendo de los requisitos de latencia, pueden ser procesados y analizados en el borde, o enviados a la nube", indica. "Al mismo tiempo, los consumidores móviles quieren poder consumir servicios en cualquier momento y lugar. En otras palabras, la infraestructura de TI se está extendiendo a lo largo y ancho, casi sin fronteras".
La nube y la automatización desempeñarán un papel importante en el nuevo datacenter, según Mahajan. "La pandemia no ha hecho más que acelerar los esfuerzos de los clientes por pasarse al modelo operativo de la nube. Este modelo se define por la automatización en todos los niveles y suele ofrecerse a través de una infraestructura definida por software.
Los clientes deben ser capaces de automatizar toda la pila de redes y de seguridad para conseguir todas las ventajas del modelo operativo de la nube. Esto significa conmutación, enrutamiento, equilibrio de carga y seguridad. Significa no solo dentro de la red del datacenter, sino extenderla sin fisuras por la WAN e Internet".
Los operadores de datacenters empresariales comprenden cada vez más que la red debe cambiar, para dar soporte a las aplicaciones distribuidas a través de las nubes, señala Brad Casemore, vicepresidente de investigación del grupo de centros de datos y redes multicloud de IDC.
"La adopción acelerada de las nubes para la resiliencia empresarial, distribuye eficazmente el datacenter con implicaciones significativas para la red", añade Casemore. "Las redes multicloud apoyan la resiliencia del negocio ofreciendo simplicidad operativa y políticas consistentes a través de entornos híbridos/multicloud".
Dónde se encuentran los recursos críticos del datacenter y cómo está evolucionando la red para manejar esas cargas de trabajo, también está cambiando de manera importante.
Gartner escribió el año pasado que "el papel del datacenter tradicional quedará relegado a la de un área de retención heredada, dedicada a servicios muy específicos que no pueden ser soportados en otro lugar, o al soporte de aquellos sistemas que son más eficientes económicamente en las instalaciones".
"Vemos que se sigue invirtiendo en datacenters, aunque las redes en la nube son cada vez más populares", señala Jonathan Forest, director de investigación senior de Gartner. "Llevar la elasticidad y la agilidad de la nube a las instalaciones puede dar más vida al datacenter y alejarse de la percepción típica del hardware. Seguimos creyendo que la mayoría de las organizaciones operarán en un modo híbrido durante los próximos años, tanto con datacenters locales como con la nube".
Queda por ver si el datacenter tradicional sigue desempeñando un papel, anota Mahajan.
"[Los clientes] van a tener cargas de trabajo que se ejecutan en la nube, y van a tener cargas de trabajo que se ejecutan on-premise. Las diferentes cargas de trabajo requieren cosas diferentes", sostiene Mahajan. "La nube híbrida será el camino a seguir. Esto significa construir una infraestructura que ofrezca la experiencia de la nube pública en las instalaciones. Incluso los clientes que decidan pasarse a la nube pública querrán conectarse a lo que tienen en sus instalaciones, o tener la flexibilidad de utilizar varias nubes públicas y no quedar atrapados".
Retos continuos del datacenter
Con estos cambios fundamentales, los clientes de datacenters empresariales se enfrentan a una serie de retos, según los expertos.
Forest de Gartner planteó varias preguntas que los líderes de TI deben responder: ¿Cómo logran los que tienen datacenters on-prem una mayor automatización y abordan las carencias de habilidades? ¿Cómo gestionarán los entornos híbridos en los que las aplicaciones pueden desplegarse en cualquier lugar, por lo que la infraestructura debe estar en todas partes? ¿Cómo controlan los costos cuando se espera que los equipos de red hagan más con menos?
Algunos de estos problemas podrían resolverse con relativa rapidez facilitando la activación de las funciones de infraestructura incluidas en los productos actualmente desplegados, señala Forest. Esto podría mejorar las operaciones, maximizar el tiempo de funcionamiento y reducir los costos de asistencia. Otros problemas podrían abordarse pasando "a un precio más basado en la suscripción a lo largo del tiempo, a un modelo más de OPEX que de CAPEX, lo que ayuda a la previsibilidad de los precios, la simplicidad y la agilidad". Otra tendencia es la adopción de la gestión basada en la nube para simplificar la gestión y la orquestación. Esto ha sido menos adoptado en las redes de centros de datos en comparación con WLAN/LAN y SD-WAN".
La automatización será necesaria en el futuro, porque la gestión manual ya no es posible con la escala de la nueva infraestructura del datacenter y sus requisitos cambiantes, anota Boujelbene de Dell Oro. "La automatización va de la mano de la mejora de la visibilidad de la red, la telemetría y la supervisión en tiempo real: Sencillamente, no se puede automatizar la red si no se sabe lo que ocurre en ella", agrega Boujelbene.
La inteligencia artificial también jugará un papel importante. "La IA es necesaria para analizar los datos de la red y convertirlos en información procesable", indica Boujelbene.
El personal es un factor limitante, señala Weckel del Grupo 650. "Los humanos en TI no pueden escalar, y dependen de más automatización e IA en el futuro para aprovisionar y controlar sus redes de centros de datos", anota.
Y la explosión de empleados que trabajan a distancia ha creado nuevos requisitos para acceder a los recursos del datacenter. "Ahora que la empresa se ha descentralizado, es fundamental ver a cada usuario como una sucursal de una", anota Tim Harrison, director de Tecnología, Oficina del CTO con Extreme Networks. "Cada usuario necesita tener una experiencia de sucursal de grado empresarial mientras está en su oficina en casa y, esperemos que pronto, en una cafetería o en un parque. La experiencia del usuario será aún más vital, y el datacenter de la empresa tendrá que permitir esa experiencia. Los que no hayan sido capaces de adaptarse a la nueva normalidad tendrán aún más dificultades al quedarse atrás".
Incorporar la confianza cero
Este es también un momento importante para volver a centrarse en la comprensión de sus datos, dónde residen, cómo se accede a ellos y por quién, señala Harrison.
"A medida que nos volvemos hiper individualizados en nuestra interacción con la tecnología, asegurar nuestras interacciones es mucho más crítico, ya que los usuarios acceden y participan desde cualquier lugar. Una estrategia de confianza cero no es una tecnología o solución específica que se pueda comprar a un proveedor, sino un enfoque para entender los datos, los usuarios y sus relaciones", anota Harrison.
A medida que los centros de datos se despliegan en el borde o se distribuyen de otra manera, la seguridad dentro de ellos se vuelve más crítica. Las cosas dentro del centro de datos se han vuelto demasiado complejas, y la complejidad es el enemigo de la seguridad, a menos que sea un hacker, indica Mahajan de VMware.
"Una de las tendencias que observamos en los centros de datos es la necesidad de que la seguridad forme parte de la red y la tendencia a aumentar el análisis, la visibilidad y la autorreparación", afirma Mahajan. "Operar las protecciones este/oeste e impulsar la seguridad en la capa de conectividad de las aplicaciones será una de las próximas grandes áreas de innovación en el datacenter".
La naturaleza de las aplicaciones modernas, y el apoyo y la protección de las fuerzas de trabajo dinámicas y distribuidas, exigen que el centro de datos privado evolucione para parecerse más a la nube pública, anota Mahajan.
"Los clientes solo pueden hacerlo con un software que ofrezca la pila completa de servicios de red y seguridad", comenta Mahajan. "Utilizando este enfoque, los clientes pueden lograr capacidades como el despliegue de un firewall de 20 terabits de escala y la capacidad de soportar un millón de transacciones SSL en el centro de datos privado".
"Los días del hardware del cliente están contados. El futuro del datacenter es un simple tejido Ethernet que proporciona conectividad al servidor, con todo lo demás en una pila L2-7 basada en software que se ejecuta en servidores de propósito general, e incluso aprovechando las SmartNIC", añade Mahajan. "El interés que vemos en las SmartNIC para descargar los servicios de red y seguridad se sale de lo normal".
El impacto del 2020
Si bien es cierto que se están produciendo grandes cambios, el impacto de la pandemia en el 2020 frenó algunas implantaciones. Por ejemplo, el gasto en redes por parte de las grandes empresas se detuvo en la primera mitad del año debido a la incertidumbre y la falta de confianza empresarial creadas por la pandemia, lo que favoreció la búsqueda de un modelo OPEX (nube pública) frente a un modelo CAPEX (on-prem), indica Boujelbene.
"Aunque la pandemia ha acelerado la adopción de la nube pública, sigue siendo más económico para estas empresas de gran escala construir y gestionar sus propios datacenters privados que utilizar la nube pública", añade Boujelbene.
En cuanto a las pequeñas empresas, los datacenters privados ya estaban en constante declive incluso antes de la pandemia. Esto se debe a que a las empresas de este tamaño les resulta mucho menos costoso alquilar capacidad en la nube pública en lugar de construir sus propios datacenters. La pandemia ha acelerado aún más esta tendencia, anota Boujelbene.
Además, las ventas en el 2020 de la tecnología principal de las redes de centros de datos -el conmutador ethernet- disminuyeron en un año casi un 2%, hasta los 32 mil millones de dólares, según el Grupo 650.
Las limitaciones de COVID-19, los cierres de fábricas y la rápida contracción y expansión de la economía, fueron temas clave para los resultados del año pasado, sostiene Weckel, pero eso está cambiando. "La escasez de semiconductores, el aumento de los plazos de entrega de los productos de los datacenters, y el momento en que los trabajadores vuelvan a la oficina determinarán el repunte para el 2021".
También influirá en el repunte el hecho de que muchas de las tendencias descritas aquí impulsarán la adopción de mayores velocidades de red.
"Esperamos ver un crecimiento de clientes que pasen de 10Gbps a 25Gbps para el acceso a servidores, y de 40Gbps a 100Gbps a 400Gbps en el tejido este año", finaliza Boujelbene.
Basado en el artículo de Michael Cooney (Network World) y editado por CIO Perú