
[11/08/2021] Hablamos mucho de cómo los responsables de TI deben formular las estrategias adecuadas y asegurarse de que las tecnologías correctas se pongan en marcha. Pero para marcar la diferencia, los responsables de TI deben ser agentes del cambio.
La mayoría de nosotros sabemos, por ejemplo, que hay un valor inestimable en los patrones que surgen del análisis de montañas de datos empresariales y de registro. O que el aprendizaje automático puede reducir los gastos generales e impulsar aplicaciones transformadoras. O que ya es hora de estandarizar las políticas de seguridad en varias nubes. Pero ¿cómo consiguen los responsables de TI que sus organizaciones den el salto?
Tienen que aprender a vender. Es una habilidad esencial para un liderazgo eficaz de TI.
¿Cuál es el primer paso en las ventas? La prospección. Hay que descubrir dónde están las oportunidades más fáciles para demostrar el valor de, por ejemplo, un enfoque basado en datos para modernizar los procesos heredados. Las organizaciones en las que los tecnólogos están integrados en grupos de trabajo interfuncionales tienen una ventaja, porque se puede recurrir a esos aliados para identificar los beneficios rápidos.
Luego hay que convencer a una parte interesada principal de que vale la pena intentarlo. Esto no es algo que se pueda hacer de una vez. Hay que colaborar con esa parte interesada (o con quien ella designe) en todo momento, desde la recopilación de requisitos hasta las comprobaciones periódicas, pasando por las pruebas y la formación.
También hay que instrumentar el proyecto desde el principio para asegurarse de que se pueden recoger datos que demuestren el éxito. Si el resultado es satisfactorio, usted y/o un apoderado deben difundir los resultados. Este es su programa de marketing interno. Consiga que la primera parte interesada cante las alabanzas de su iniciativa y los demás se acercarán a su puerta.
La capacidad de crear y mantener este tipo de relaciones ocupa un lugar destacado en las "7 habilidades de los líderes digitales de éxito" de Esther Schein, colaboradora de CIO. Va de la mano de otras habilidades blandas, como la capacidad de comunicar los objetivos con claridad, de motivar a los demás y de "contar historias" utilizando una terminología que los líderes empresariales entiendan. Según Schein, estas cualidades van acompañadas de la capacidad de adaptación al cambio, un rasgo que se ha puesto a prueba en los últimos 18 meses.
Las directivas sobre cómo deben reajustarse los acuerdos de trabajo como resultado de nuestra pandemia rodante son competencia de los directores generales, no de los directores de informática. Pero una vez que se han tomado las decisiones básicas -¿reduciremos el espacio de oficina?- la dirección de TI tiene que desplegar un plan coherente para las soluciones de colaboración, seguridad y automatización asociadas. Como señala Charlotte Trueman, redactora de Computerworld, en "Cómo hacer que el lugar de trabajo híbrido sea un éxito”, muchas empresas se plantean un futuro en el que "lo primero es lo remoto".
Los retos del trabajo a distancia han aumentado los niveles de estrés de los profesionales de la seguridad. Pero los profesionales de la seguridad que tienen un sentido de propósito y son capaces de forjar sólidas relaciones de trabajo desafían el estereotipo del CISO asediado, luchando en vano por defenderse de los incesantes ataques. En "Satisfacción del CISO: Encontrar el sentido de la misión", la colaboradora Mary Pratt ofrece una cita prescriptiva de la CISO de MongoDB, Lena Smart: "Tiene que tener una buena historia, y tiene que ser comprensible y relacionable".
Trabajar de forma aislada, por el contrario, entraña todo tipo de peligros. En "12 maneras de tomar decisiones tecnológicas realmente malas", el editor colaborador de InfoWorld, Isaac Sacolick, vuelve a los mismos temas una y otra vez: No haga suposiciones. Interactúe con las partes interesadas y los clientes para determinar sus necesidades reales en lugar de las declaradas. Construya primero soluciones de prueba de concepto para validar sus opciones en lugar de seguir adelante.
Para tener éxito en cualquier iniciativa, es necesario contar con las personas adecuadas con las habilidades apropiadas, incluidas las que mantienen su infraestructura en funcionamiento. Como observa Maria Korolov, colaboradora de Network World, en su visión general de las certificaciones de red, las necesidades de las organizaciones de TI han cambiado para dar cabida al trabajo remoto, lo que ha dado lugar a una gran demanda de habilidades en SDN, nube y automatización de redes. Los profesionales de redes que obtienen certificaciones en esas áreas están viendo aumentos salariales sin precedentes.
Para cualquier expansión del patrimonio tecnológico, no basta con elegir la solución perfecta ni con alinear personal supremamente cualificado. Sí, el cambio continuo promete ser nuestro estado por defecto en el futuro. Pero si no se logra articular cómo se desarrollará cada nuevo paso en esa evolución -llevando una imagen realista de los beneficios para las partes interesadas- es posible que nunca se aprecien del todo sus esfuerzos.
Basado en el artículo de Eric Knorr (CIO) y editado por CIO Perú