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Piénselo bien antes de considerar la repatriación

[03/03/2023] La mayoría de los responsables de TI se han pasado a la nube para conseguir una combinación de servicios informáticos y de almacenamiento mejores, más rápidos o más baratos. También esperan beneficiarse de la experiencia de los proveedores de la nube, una experiencia que a las empresas no les resulta fácil desarrollar y mantener internamente, a menos que su empresa sea un proveedor de tecnología.

"Aunque la potencia de cálculo y los costos de hardware son más bajos en la nube, es posible que su enfoque no le permita disfrutar de este ahorro", explica Neal Sample, consultor y antiguo CIO de Northwestern Mutual. "Por ejemplo, si traslada el front-end de una aplicación a la nube, pero deja el back-end en su centro de datos, de repente está pagando por dos conjuntos de infraestructura".

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Otro motivo común de decepción para las empresas es que ponen activos de información en la nube en una operación de "levantar y cambiar", de modo que las aplicaciones nunca se benefician de las ventajas de la nube, como la elasticidad. "Una buena aplicación elástica no surge por arte de magia", anota Sample. "Tiene que escribirse de forma nativa para AWS o para otra plataforma".

El dilema es que nunca se beneficia realmente de ir a la nube hasta que empieza a usar funciones nativas. E incluso entonces, puede quedar atrapado, no solo en la nube, sino en un único proveedor de la nube. "Hay muchas diferencias entre un AWS, por ejemplo, y Azure", añade Sample. "Utilizar las funciones nativas de uno frente al otro puede encerrarle. Sin embargo, no se beneficiará de lo que ofrece la nube hasta que no vuelva a diseñar su aplicación para la nube, y eso significa usar funciones nativas".

Una tercera razón por la que las empresas están decepcionadas es la falta de control sobre sus sistemas de información. Esto es especialmente pronunciado en sectores muy regulados, como los servicios financieros y la sanidad, en los que las empresas pueden ser consideradas responsables en caso de incumplimiento: nadie quiere confiar en un tercero para que le evite problemas legales. Del mismo modo, los grandes agregadores de datos sienten la necesidad de control porque no quieren dejar su negocio principal en manos de un proveedor de nube.

En general, la decepción proviene de una mala planificación la mayoría de las veces. Gartner ha venido ofreciendo consejos en este ámbito -más recientemente en The Cloud Strategy Cookbook, 2023- que pueden resumirse así: desarrolle una estrategia de nube, idealmente antes de pasar a la nube; actualice periódicamente la estrategia, manteniendo un registro en un documento vivo; y alinee su estrategia de nube con los resultados empresariales deseados. Muchas empresas que ignoraron este consejo no consiguieron aprovechar las ventajas de la nube. Como resultado, algunas han decidido repatriar activos de información, y demasiadas de ellas lo hacen con una planificación igualmente deficiente.

Repatriar no es para pusilánimes

Migrar de vuelta de la nube no es un proceso fácil, independientemente de la región en la que se encuentre. "La repatriación de la nube suele ser un último esfuerzo para optimizar la estructura de costos de una empresa", observa Sumit Malhotra, CIO de Time Internet en India. "Pero llevar a cabo una transición de este tipo requiere un profundo conocimiento técnico de las aplicaciones, habilidades en múltiples tecnologías, y el patrocinio ejecutivo del posible impacto negativo en la experiencia del usuario en el momento de esta transición. El viaje no es apto para pusilánimes".

A las empresas más pequeñas les resulta especialmente difícil repatriar, sencillamente porque, a su escala, el ahorro no merece la pena. ¿Por qué comprar bienes inmuebles y equipos y pagar salarios adicionales solo para ahorrar una pequeña cantidad? En cambio, las empresas muy grandes tienen la escala para repatriar, pero ¿quieren hacerlo?

"¿Quieren Visa, American Express o Goldman Sachs estar en el negocio del hardware informático?", se pregunta Sample, retóricamente. "¿Quieren intentar obtener una modesta ganancia moviéndose muy lejos de su competencia?".

El cambio también puede ser complicado cuando el costo del cambio no se considera parte del cálculo. Un ahorro marginal en la tasa de ejecución obtenido al retirar una aplicación on-prem puede verse contrarrestado por el costo del cambio, que incluye la interrupción del negocio y la pérdida de oportunidades para hacer otras cosas, como actualizar los sistemas que ayudan a generar ingresos.

Una transición importante también puede causar tiempos de inactividad, a veces planificados y otras no. "Cuando se vuelve a una infraestructura privada, rara vez es posible una transición fluida", afirma Sample. "Y eso es una preocupación realmente grande en una era en la que se espera un acceso 24/7".

Independientemente de los detalles, cuando un gran nombre repatría, se corre la voz. Dropbox causó sensación cuando migró del servicio de almacenamiento de AWS a su propia infraestructura diseñada a medida a partir del 2015. La empresa informó de un ahorro en el costo de los ingresos de casi 75 millones de dólares a partir de los dos primeros años tras la transición (39,5 millones de dólares del 2015 al 2016, y 35,1 millones de dólares adicionales en el 2017).

Más recientemente, en octubre del 2022, la empresa de software web 37signals fue noticia cuando su director técnico y cofundador, David Heinemeier Hansson, escribió en un blog que trasladarían sus dos plataformas principales -Basecamp (una plataforma de gestión de proyectos) y HEY (un servicio de correo electrónico por suscripción)- fuera de la nube. Sin embargo, no tienen intención de gestionar su propio centro de datos, sino de trabajar con una empresa que se ha hecho un hueco ofreciendo un entorno híbrido como servicio.

"Hay empresas especializadas en este trabajo", afirma Hansson. "Si su presupuesto es de un tamaño en el que esto resulta atractivo; es decir, muy probablemente millones de dólares, puede permitirse hacer esto varias veces con el ahorro que cosecha".

Tanto Dropbox como 37signals tienen la motivación y la capacidad para hacer un cambio, ya que las empresas tecnológicas suelen depender más de la computación y el almacenamiento, y tienen una mayor necesidad de control y rendimiento. También tienen la experiencia necesaria para llevar a cabo una migración inversa. Aunque 37signals está trabajando con Deft.com para repatriarse, el regreso desde la nube requerirá cambios significativos en las aplicaciones y estructuras de datos para obtener una funcionalidad similar en el nuevo entorno, el tipo de cambios que no todas las empresas tienen la capacidad de hacer.

Para los Dropbox y 37signals del mundo, el traslado puede tener sentido. Pero para las empresas no tecnológicas, la ecuación es diferente. La nube se está volviendo más eficiente y barata de una forma que sus centros de datos privados nunca podrían igualar. A medida que los proveedores de la nube se vuelven mejores, más rápidos, más baratos y más omnipresentes, redoblar la apuesta por una ventaja temporal en costos puede hacer que estas empresas pierdan la oportunidad de preparar sus aplicaciones para el futuro.

Tanto las empresas tecnológicas como las que no lo son deben tener cuidado para evitar acabar con lo peor de dos mundos. Esto ocurre cuando intentan recrear funciones en la nube on-prem. "Si decide repatriarse, evite la situación en la que los equipos de ingeniería intentan imitar el entorno de la nube pública cuando construyen homólogos locales", anota Malhotra.

El mismo tipo de error en sentido contrario suele ser una de las razones por las que las empresas se decepcionan con los servicios en nube. Esto ocurre, por ejemplo, cuando un sistema que depende de una arquitectura on-prem, como cliente-servidor, se traslada a la nube sin ser rediseñado. Las aplicaciones escritas con una arquitectura cliente-servidor más antigua acabarán en la nube con el procesador en una ubicación distinta a la de la base de datos. La latencia resultante podría ser insoportable.

Una empresa híbrida suele ser peor que una estrictamente en la nube o estrictamente local. "En un entorno híbrido, las páginas web tardan más en cargarse, las aplicaciones no son tan ágiles para los clientes, y los procesos por lotes tardan más en ejecutarse, ya que mueven los datos dentro y fuera de la empresa", sostiene Sample. "Si no ha rehecho su arquitectura, puede descubrir que un entorno híbrido es en realidad peor desde el punto de vista del rendimiento".

Dos reacciones instintivas no se suman a una buena planificación

"Creo que la repatriación a la nube seguirá ocurriendo, pero será más como una onda que como una ola oceánica", predice Sample. "Las empresas seguirán trasladando cargas de trabajo a la nube sin estar preparadas para ello. Entonces se encontrarán con la motivación de dar marcha atrás".

Con el tiempo, las nubes serán más fáciles de usar. Ya se están volviendo más flexibles, y la portabilidad a la nube es más práctica. Y a medida que mejore la tecnología de nube, la repatriación será aún menos atractiva de lo que es hoy.

"La motivación que convertiría esto en un tsunami simplemente no está ahí", indica Sample. "Estoy seguro de que seguirá habiendo repatriaciones, pero solo puntuales. Y con demasiada frecuencia, será el resultado de una mala planificación".